domingo, diciembre 30, 2007

Tracking for down

three

En ocasiones, después de clase, optaba por regresar caminando a casa. A veces lo hacía por falta de dinero, pero las más, para librarme del hartazgo católico que me producía la maldita escuela. Tenía que ocupar mi energía en algo, así fuera recorriendo cinco kilómetros de asfalto o masturbándome con la pornografía barata que consumían los albañiles en las obras dónde trabajaba. Cualquier cosa para quitarme a dios de la cabeza.

Cuando llegaba a casa, acostumbraba zambullirme en un balde de agua, no obstante mi obesidad, me quitaba la camisa, aventaba la corbata y disfrutaba del chorro de agua que escurría de mi cabello; orinaba y me idiotizaba con la televisión. De haber querido, ahora mi vida se guiaría por las modas o los clichés de la farándula. Sería un “gran abogado” siguiendo la tradición familiar, consumiría sin remilgos toda la mierda a mí alrededor y me sentiría completamente satisfecho por haber alcanzado “status” social como todos mis compañeros de clase.

Muchas veces salía de casa montado en bicicleta, pedaleaba sin sentido. El hartazgo cobraba su factura con creces, no recuerdo bien cuantas veces pensé en suicidarme, pero si, del ingenio malsano de mis ideas. El hecho es que alguien tendría que ser culpado por mi muerte, ya fuera ahorcado, con veneno o acuchillado, escribiría una carta póstuma despotricando contra mis padres, contra la escuela, contra dios. Siempre me faltó voluntad para hacerlo, soy un cobarde. También pensaba comprar un rifle para disparar traicioneramente a todos los vecinos que no hacían otra cosa que aturdirme con sus riñas intrafamiliares. Lo haría por la espalda, directo a la nuca: Bang! Bang! a la señora a quién golpeaba su marido y se desquitaba con sus hijas; Bang! Bang! a los punks por su maldito estruendo; Bang! Bang! a los pandilleros que extorsionaban a los ancianos; Bang! Bang! a los policías que taloneaban a los pandilleros; Bang! Bang! al imbécil que quemaba llantas casi todo diciembre, inyectándose en las puertas de mi casa; Bang! Bang! a mi profesor de civismo y de religión; Bang! Bang! a la porquería televisiva; Bang! Bang! al enajenamiento; Bang! Bang! a mi marginalidad, al tercer mundo y a la puta pobreza. Bang!

israel chávez reséndiz
12:39am

2 eyaculaciones:

lo chido es el porno de los albañiles, a huevo

esta medio gacho, como que te salio a huevo no?. veras por no llamarme el domingo como quedasteS. sale ya sabes que te odio. b