El puto reloj de la compu marca la 1:30am.

El puto reloj de la compu marca la 1:30am. Acabo de llegar de una fiesta-comida-familiar-noña de un camarada que hizo su examen profesional y su familia lo celebró. Cuando estaba ahí, aplastado en una de las bancas del auditorio isidro fabela de la facultad de derecho, solo escuchaba a un hijo de puta llamado fromow, creo que es el papa de la pendeja fiscal especial para delitos electorales (fepade) que decia que la abogacia es una de las cosas mas nobles que un ser humano puede hacer, determinar si se tiene o no la culpa de un delito y como sancionarlo. Uhh no mamen! Que pinche labor!! Después de escuchar esa misma mierda como doscientas veces, fantasee como seria el día que presentara mi examen. En primer lugar lo haría solo, así, nomas yo y los putos sinodales. No llevaría a mi familia, ni a los pinches chamacos que siempre terminan llorando en los peores momentos. Ni gastaría el dinero que no tengo en una pinche comida donde le caería un chingo de banda bien hipócrita (como yo) que te aconsejaría como desarrollarte profesionalmente y dándote palmaditas en la espalda, como de lastima, pero deseándote lo mejor. Tampoco posaría como vedette con los pendejos maestros, con los cuates, con mi familia, con los colados y hasta con los que me cagan la madre. Que como ya sería todo un licenciado maduro, pues me haría pendejo y les sonreiría una y otra vez. No invitaría a mis cuates a una simi-peda custodiada por tus jefes y acechada por tus abuelos y parientes. Tampoco vestiría traje, ni de camisa a cuadros y corbata. Iría como soy, solo, con mi playera, tenis, pantalón de mezclilla, mi cerebro y yo. Ese momento lo guardaría para mi mismo y sentiría de veras chingon que llegue a mi casa como cualquier día y en la cena decirles a mis jefes, saben que aquí esta el puto titulo. Cámara jefes, gracias, nos vemos… Ahh y pa los cuates, pues unas chelas bien frías en las islas, por la biblioteca central.