vellos bellos y no tan bellos

Estaba yo pendejeando en una clase de historia antigua y me reacordé de las tardes de playa, de mujeres, de bikinis, de pieles bronceadas, de fotos. Utts. Estaba de pinche fetichista con las viejas de la escuela cuando me pregunté, por qué algunas de ellas no podan el césped y dejan crecer esa maleza que algunas veces nos provoca hasta un poco de pánico. Pero que tal, cuando de repente nos encontramos en la playa y cual si fuéramos catadores de vino degustamos los bikinis y esos inquietos vellos bellos que se pelean por salir en la foto. Eso se los cuento ya que hace unos días unas, una ruca, a la que todo el tiempo la chingo de burguesa, se fue, la muy cabrona, semana y media a playa del carmen y estuvo rifándosela por allá. Sucede que cuando esta vieja, que por momento llamaremos xxx, regresó nos roló una serie de fotos familiares donde el heroico bikini ya no puede mas y zas. Debo de aclarar que las fotos son digitales, ya saben, con una resolución de un chingo de pixeles por un chingo de pixeles y pues el zoom… (mmhhhh) Así es la xxx, esta chida. (y ella misma dice que es una putita, pero de las caras) una vez llevó un pequeño peine y le dije que si era púbico a lo que ella contesto con una mirada socarrona y una sonrisa de oreja a oreja. sale, me despido de a madrazo, pues un puto vello me anda chingando desde hace rato y no me deja en paz. Tengo que rascarme. AAhhhh ! ! !