viernes, octubre 05, 2007

Plagio

Cómo llamarle a un mediocre que plagia a otro sin chiste de por medio. Nah, que va. Eso ni siquiera es plagio, el plagio, podríamos decirlo, es más dignificante, sí, es un robo, pero cuando uno roba, saca provecho. Es decir (si algún día sacara mi cuarenta y cinco), robaría al hijo de puta que maneje una durango, un navigator, un bmw o de menos un jaguar; vaciaría sus cuentas, le metería un tiro en las piernas y un culatazo en el rostro. Con el dinero compraría una suzuki de 1,100 centímetros cúbicos, un chingo de drogas, armas, rentaría a más de una puta (de categoría) para sodomizarla todo el tiempo y para acabar, me lanzaría a la Habana para dejar que me jineteen las mejores mulatas que la revolución puede dar. Robaría con pleno conocimiento de causa, le sacaría el mayor provecho. Pero es una enorme y degradante vileza que cualquier pendejo frívolo plagie mis palabras, mis expresiones, mi puta arrogancia. Que se llenen con su inmundicia barata. Coman de su ignorancia, regurgiten su obscena incultura. Vivan en su bola de cristal. ¿Te suena?
Pues vete a la mierda. La mía huele mejor.

Israel Chávez Reséndiz
0:57hrs

1 eyaculaciones:

no me atrevo a plagiar en este blog. los tios con pipa me causan respeto. Yo lo que utilizo son torturas más endebles la gota en la frente o la extirpación de un órgano mientras duermes. Al despertar los bajos no están. Pura inventiva cinemática. veo que leiste los relatos de Pedro Juan Gutiérrez en la habana... creo que en lo único que te plagiaría en eso de pillarme unas cuantas jineteras del malecón que revolucionan el ruido de mis güevos.
un saludo poco serio canalla