lunes, julio 02, 2007

Yo llevo cinco y no me odio

La última manifestación a la que asistí fue cuando el mal nacido y ultraderechista Calderón tomó posesión. En esa ocasión me acompaño “M”, el ambiente estaba un poco tenso pues se había anticipado mucha presencia policiaca y militar. Además la APPO estaba más activa que nunca y mantenía su plantón afuera de la cámara de senadores.
Cuando pasamos justo enfrente del plantón me tope a Lenin, un carnal con el que hice “Tierra y Libertad” un fanzine libertario del cual tengo como 600 ejemplares de cada número. Me comentó que habían apañado a los hermanos del poeta, los habían golpeado y quién sabe donde los habían llevado. La manifestación, encausada por los perredistas no dio visos de tornarse violenta. Aún así, en mi mochila llevaba unas cuantas piedras, un aerosol, mi casco de bicicleta, franelas, pasamontañas y agua, mucha agua.

Decidí entonces dejar a “M” a que siguiera con su moderadísima manifestación y me lancé con Lenin a buscar al poeta y sus carnales en diferentes agencias del MP. Después de caminar soportando el maldito calor y los gritos pejelagartistas dimos con los policías que habían visto la detención, ahí, nos enteramos que no solo había presencia policiaco-militar uniformada, sino que el estado mayor estaba de “a civil” y tenía la orden de detener a “cualquiera”. Así fue, saliendo del metro hidalgo, el poeta y sus hermanos iban directo a San Lázaro, lugar donde nos habíamos citado para escupirle a la policía y mostrarle al estado que ni con su coerción desistiríamos de trabajar por la libertad. Ellos no llegaron, pues saliendo les marcaron el paso, cosa que no hicieron ya que los milicos no se identificaron ni mostraron órdenes ni nada de eso, sin más, se fueron contra ellos, los golpearon y se los llevaron al CISEN. ¿Qué haces cuando el CISEN detiene a tus compañeros? ¿Dónde preguntas? ¿Dónde los buscas? ¿Qué te imaginas?Después de varias horas, los aventaron en una agencia del MP, el juez cívico los dejo libres pues no tuvo elementos para arrestarlos.

Apenas el viernes me los encontré. Fuimos a tomar unas cervezas a casa de Javier, ahí conocí a Felipe, un brasileño que se aventó el viaje para participar en un encuentro anarquista organizado pro la Biblioteca Social Reconstruir. Sacamos un montón de recuerdos. La huelga, el fanzine, las marchas, las molotovs, botear en el metro, ir a los mercados, a las colonias a “sensibilizar”a la gente de nuestra lucha, nuestras pintas de: “El EPR nos da armas”, las proyecciones de videos sobre la masacre de aguas blancas, el hostigamiento del ejército, la detenciones arbitrarias y a nuestros compañeros caídos. José Emilio Pacheco decía con terror que maldita sea la hora en que nos convirtamos en lo que más odiábamos años atrás. Yo llevo cinco y no me odio. Odio mi depresión, me aterra constatar que las noticias nunca caducan: desempleo, pobreza, fraudes, el narco-ejército en las calles, la derecha en el poder, privatizaciones, a los jubilados pelando sus derechos, la criminilización de la lucha social, en fin, el orden y el progreso.

A mis 24 años, diré que he combatido a la autoridad desde 15. Ahora, llevo uno contra mi mismo.
PD. Vayan al encuentro: http://espora.org/eia/

VIVIR PARA SER LIBRES
O MORIR PARA DEJAR DE SER ESCLAVOS

Salud y anarquia
Israel Chávez Reséndiz

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