lunes, abril 27, 2009
Influenza
Con el tiempo desterré algunos temores, aligeré mi carga. Para lograrlo, sustituí la extrema sensibilidad con dosis de pura indiferencia.
Ahora muy pocas cosas me detienen o me importan, apenas aquellos que juzgo importantes o dolorosas.
El esfuerzo, creo, valió la pena.
El precio: un genuino desinterés hacia los otros.
* Jorge Volpi. El jardín devastado. México: Alfaguara. 2008. 182 p.
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