domingo, mayo 13, 2007

Juan Manuel Servín

Socarronamente una vez dije que ese wey ya había vivido mi vida. Que pinche soberbio soy! Me cago por eso! De un tiempo para acá buscaba literatura corrosiva, áspera, ácida. Mi planteamiento era que si la pinche vida es una mierda, y que si vivimos en un mundo de porquería, nosotros tendríamos forzosamente que ser mas viles y cabrones que ella, si, darle vuelta a la muy hija de puta. Madrearla también.

Hoja por hoja, Servín me mostró lo estúpido que soy. Lo maricón de mi sufrimiento. Que es una putería ser una nena intelectual. Que las letras se viven y se construyen de porquería también. Y no por eso, dejan de tener clase. El primer libro que devoré de él fue Cuartos para gente sola, después Periodismo Charter, compré Revolver de ojos amarillos y hoy terminé Por amor al dólar. Ahí les dejo unas cuantas líneas, inhálenlas ! !

Hubo una temporada en que me dio por leer en los parques. Al poco rato me quedaba dormitando hasta que, con el tiempo justo, me metía a la primera función de cine. Definitivamente es de las pocas distracciones que me atraen, aunque poco después me aburrí de hacer lo mismo todos lo días y me inscribí en el gimnasio de boxeo. Creo que es en lo que he durado más. Fui constante a lo largo de tres años, hasta que mis vicios y una conmoción me alejaron de ahí. Cuartos para gente sola

Tengo tres logros importantes en el día, no aspiro a más: mantener mi empleo, que nadie me sorprenda mirando las nalgas de las mujeres y no verme involucrado en algún incidente en el transporte público. Imagine la cantidad de imbéciles que podrían engendrar en una gota de semen. Estoy seguro que jamás volveré a tener una erección en el metro. Cené unos tacos. En la fila del microbús la gente parecía demasiado cansada como para protestar por la larga espera. Somos capaces de consentir cualquier arbitrariedad con tal de regresar a casa ilesos. Me ardía el esófago por las agruras cuando llegué a mi cuarto; antes de acostarme tomé dos buenos tragos de peptobismol buscando motivos para no abandonarme al sueño. Revolver de ojos amarillos

Para mí, viajar apenas era un sueño estimulado por la lectura y el cine. Ocupaba parte de mi tiempo libre escribiendo para periódicos y revistas. Leía novelas de aventuras, la nota roja y ensayos sobre arte y crimen. Sueldo mínimo, atún y sardinas con bolillo, avena, cervezas y menús de fonda, una máquina de escribir portátil, pocas ambiciones, putillas hijas de familia aficionadas a las drogas y a gorrear, un orgullo estúpido e insolente vestido de Ramone, y travesías interminables a pie, en metro y microbús me llenaban de ansiedad. Ansiedad insana y voluble, incapaz de infundirme el deseo de luchar por lo que quería. Era un sentimiento medroso que se refugiaba en un cuarto de vecindad, entre sus iguales. Por amor al dólar

Pd. También ha publicado Me ves y sufres en Nitro Press, pero ese no lo he podido encontrar, rólenlo

5 eyaculaciones:

¿no crees que eres una mala imitación de bukowski? (pero muy mala)

Y tal vez sea una copia bien culera de algo que no me he propuesto serlo, pero tu no eres la copia de nada, ni de ti mismo, un maldito (a) pusilánime que ni su nombre se atreve a rescatar

No me molesta lo de pusilánime, me molesta que no sepas escribir: "tal vez sea una copia bien culera de algo que no me he propuesto serlo" ja,"ni de ti mismo" ¿no sera de ti nada más? PENDEJO

ah! sale, ya me di cuenta quién eres. Sabes, eres muy egocentrista, no cabe duda que ahora si firmaste y hasta en MAYUSCULAS.
Cámara, saludos gramaticales.

Hola, soy un fan de J.M Servín, que aunque apenas he leído "por amor al dólar" estoy completamente seguro de que los demás son de igual calidad.

Buen blog, en esta época de mascaras y maquillaje, se te nota lo personal y autentico.

Te seguiré para ver tus críticas.

Saludos.