martes, junio 09, 2009

Bienvenido

Hace cincuenta años, tomar un vehículo para huir de las comodidades urbanas, viajar grandes kilómetros, saltar de un lugar a otro e incluso allanar otro país, significaba la irreverencia total. Era sacar a flote un poco de autenticidad y más, si los individuos se jactaban de escribir parrafadas impublicables debido a la rabia de los textos. No importaba apostarlo todo por las drogas, por el viaje, por la entrañable compañía de otros escritores en ciernes.

Ahora mismo puede sonar atractivo para mucha gente, incluso para los flamantes críticos literarios que se rehusan a vivir con nosotros en el fango, en México. Quisiera imaginar también que pasaría por la mente Kerouac al recorrer las veredas de Michoacán o las calles de Ciudad Juárez; seguro se rehusaría tajantemente a cruzar la frontera. No tendría estómago para recoger cabezas humanas o contar los cartuchos percutidos de AK-47.

Releí En el camino y a decir verdad, me pareció chocante e infantil. Creo que me pudro cada vez más, ya casi nada sacude mis entrañas.


Israel Chávez
11:14pm

“Una ambulancia pasó como una flecha. Las ambulancias americanas avanzaban sorteando el tráfico y con la sirena sonando; aquí [en México] las ambulancias van por las calles de la ciudad a más de cien kilómetros por hora y todo el mundo procura apartarse a tiempo y la ambulancia no se detiene bajo ninguna circunstancia y sigue a toda marcha. Los conductores eran indios. La gente, incluso las señoras mayores corrían detrás de los autobuses que nunca se detenían. Los conductores iban descalzos y gesticulaban como locos. Algunos vendían crucifijos y marihuana en plena calle, otros estaban alcoholizados en capillas o robando a toda hora.”

* Jack Kerouac. En el camino. Barcelona: Anagrama. 2005. 364 p.

2 eyaculaciones:

Parece ser que definitivamente la realidad constantemente le saca la kresta al arte…
y aparte en ese capitulo kerouac se queda más botao que un pucho solitariamente en estado febril, abandonado por dean moriarty (neal cassady) o sea que clase de amigo te deja así de tirao...

no sé a mi me gusto este libro, será por su ritmo a carretera y desenfreno (desenfreno para los años 50) lo veo bajo ese contexto, pero su mirada es una mirada superficial y irreflexiva, donde todo ocurre muy velozmente... no se detiene realmente a conocer donde está . por otra parte los putos gringos siempre han tenido esa actitud de “somos los dueños del planeta”, es cosa de ver como dejaron cuba, que con tal de ser un país, y no más un cabaret exótico, cayeron en una dictadura sempiterna…
sin dudas el Méjico del 2009 debe ser muy diferente al que vio de reojo jack…

no puedo ser tan taxativo cuando se trata de literatura…
en México la violencia tiene la caga… no me extraño nada la visión de Bolaño en “2666” respecto a los crímenes de ciudad Juárez… pero como sólo vamos a rescatar esa mirada…
repito la ficción versus la realidad, la ficción queda como una mierda, la pregunta es necesitamos esa ficción?.

Qué pedro cabrón, a ver q día te das un rol por mi blog jow, jaja he scrito puras mamadas pero ahorita ando preparado algo sobre la educación, la neta me ha dado hueva escribir con eso de la falta de tiempo y esas mamdas pero a verás. sale canijo seguimos en contacto.
Chucho Rizo.